Era él y todos los insomnios se me borraron de golpe, la sangre se echó a andar, los recuerdos desaparecieron y sólo quedó un formidable presente en el que estábamos cara a cara solos y a campo abierto. . . Estuvimos así, sin movernos , sin llorar, sin medir el tiempo ni la distancia que habíamos recorrido. Estaba tan débil que la voz me salió baja, sorda húmeda sobre su oído: -Quería decirte algo ahora que es de noche y las palabras se van . . . Decirte que te quiero, que mi sueño sos vos. Sin darle tiempo me desprendí de sus brazos, me dí vuelta y caminé con firmeza. Fue la última vez que le hablé. -
Todo o Nada
Hace 15 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario